“FERRAN ADRIÁ ACUSADO DE ENVENENAR A SUS COMENSALES EN EL BULLI”
Esta noticia salió publicada en el diario La Nación de Buenos Aires, Argentina, el día miércoles 14 de Octubre de este año, tomada del diario The Sunday Times, un periódico de gran formato dominical, distribuido en el Reino Unido y la República de Irlanda, que había publicado la nota el 11 de Octubre.
Lo gracioso es que es una noticia algo añeja, ya que trata sobre algo sucedido el 23 de Febrero de este año, cuando Jörg Zipprick presentó su libro ¡No quiero volver al restaurante!.
Podríamos tratar el tema de las noticias añejas publicadas para rellenar espacios en los diarios, pero como este es un blog de gastronomía, comentare única y brevemente la famosa nota que va a continuación.
“En el mundo de la alta cocina se ubica como la herejía final. Un periodista gastronómico ha tenido la audacia de acusar a Ferran Adrià, descrito a menudo como el mejor cocinero del mundo, de envenenar, tal vez sin darse cuenta, con aditivos a sus comensales.
Adria, que preside El Bulli, cerca de Barcelona, inspira un respeto generalmente reservado para las estrellas de rock que experimentan con las espumas y los cubos de ostión congelado, que muchos
En su restaurante se toman las reservas con años de anticipación, pero Jörg Zipprick, un periodista gastronómico alemán, no está impresionado con este gran templo de la «gastronomía molecular» y dice que los menús deben llevar advertencias sanitarias para informar a los comensales de los aditivos utilizados en cada plato.
«Estos colorantes, gelificantes, emulsionantes, acidulantes y potenciadores de sabor que Adria ha introducido masivamente en sus platos para obtener texturas extraordinarias, sabores y sensaciones, no tienen un impacto neutral en la salud», dice Zipprick, y agregó que algunos tienen un efecto laxante.
En la Cocina Molecular también se utilizan los polisacáridos de las algas, que Zipprick dice que son sospechosos de causar cáncer intestinal. Adria responde que los productos químicos que utiliza han sido parte de la alta cocina desde hace años y niega que sus platos sean un riesgo para la salud.
Zipprick no es el único que pone en duda la cocina de Adria y su uso de ingredientes más a menudo asociados con el procesamiento de alimentos que con la alta cocina. Su libro, “¡No Quiero Volver Al Restaurante! : De Como La Cocina Molecular No S Sirve Cola Para Papel Pintado Y Polvo Extintor”, seguido del ataque del año pasado de Santi Santamaría contra Adria, otro chef español de primera línea, que consultó en un periódico: «¿Podemos estar orgullosos de una cocina llena de platos de gelificantes y emulsionantes de laboratorio?»
En ese momento, los seguidores de Adria que lo consideran un tesoro nacional, salieron a acusar a Santamaría de traidor y de tener un ataque de celos. Mientras que Zipprick analizó esto desde otro ángulo.
«Ni siquiera a las cadenas de comida rápida se les hubiera ocurrido hacer 20 o 30 platos para llenarnos de aditivos químicos,» dice, refiriéndose al menú de El Bulli. Los precios en este restaurante son de alrededor de 450 dólartes por persona y abre sólo seis meses al año, dando tiempo al chef para desarrollar nuevos platos en su laboratorio de Barcelona.
La revista británica Restaurant ha elegido cinco veces a El Bulli como el mejor restaurante del mundo, pero Zipprick calcula que una sola visita es suficiente para ingerir el 16% del consumo anual de aditivos para un individuo. Seguir leyendo