¿Si te preguntan dónde tomar un buen desayuno o un rico lonchecito en Lima, qué lugar se te viene a la cabeza? Sí, y gracias a Dios en San Antonio mantienen el nivel de calidad de los productos y atención después de tantos años. En estos tiempos eso es un milagro.
En este viaje fui dos veces, la primera a tomar un cafecito, al caer la tarde, y la otra a comprar cosas para llevar. Dos experiencias muy distintas.
La primera vez nos sentamos en las mesitas de afuera, era una tarde muy linda y fue todo un placer, desde el valet parking hasta la atención del mozo y la calidad de la comida.
Entre las muchas cosas que siempre extraño y tenía necesidad de comer, estaba la Empanada de carne, así que me dispuse a buscarla en la carta pero me encontré con la sorpresa de que a la empanada arenosa, de toda la vida, ahora la llaman “Empanada Especial” y a la novedosa, con masa hojaldre y no sé que más, la llaman “Empanada de Carne”. Ah no! señores de San Antonio, la Especial será la de hojaldre, porque toda mi vida la Empanada de Carne fue la de masita arenosa. No me hagan esas cosas de cambiarle el nombre a los productos originales de toda la vida. Como era de esperar, desde el aspecto impecable, el sabor era excepcional. ¡Qué rica Empanada de Carne! Después me pedí un Tamal de pollo que me pareció tan rico que me hubiera comido un par más, sólo debo criticar la salsita criolla, que estaba medio mustia, como si hubiera quedado desde la mañana o, tal vez, desde el día anterior.
Cocineros Impunes 